La Universidad Miguel Hernández tiene, como sabemos, una oferta muy amplia a la hora de introducir a los alumnos en prácticas en empresas en todas las carreras. Como la mayoría de gente que lee este blog ya sabréis, nuestra universidad tenía un convenio con la Volvo Ocean Race que reúne en Alicante a regatistas de todo el mundo en una vuelta que tendrá lugar a lo largo de todo el globo terráqueo. Este evento parece estar muy bien organizado y la publicidad nos indica la alta inversión que el gobierno tanto nacional como regional han hecho. Hay que pensar que un evento de estas características no tiene lugar con una alta periodicidad, y que en España solo ha tenido lugar dos veces contando esta, por ello, puedo entender parte de la importancia que le dan.
Pues bien, la Volvo Ocean Race vino a la UMH para hacer una serie de entrevistas y seleccionar a gente que hablara más o menos inglés. Todos los que nos presentamos fuimos seleccionados para hacer de voluntarios en el apartado de Media. Es decir, que nuestra tarea era ayudar en el apartado destinado a los medios de comunicación, y el nivel de inglés era necesario para poderse desenvolver con aquellos periodistas de prensa y otros medios extranjeros que pudiesen pasarse por allí.
La cosa empezó más o menos bien, nos explicaron cuál sería nuestra tarea de voluntarios, que por supuesto no iba a ser remunerada, pero bueno, parecía que a pesar de ello iba a ser una experiencia interesante para poder aprender. Nunca es un mal momento para aprender. Y la verdad, yo no tenía ni idea de como se organizaba un evento de estas características y una cantidad de gente tan elevada. Empezaron a haber los primeros problemas con los uniformes que nos repartían, al parecer Puma que era el distribuidor, no daba a basto y los uniformes no llegaban completos, de hecho todavía estoy esperando el chubasquero, pero eso es lo de menos.
Se nos asignó un horario de mañana y de tarde, cada voluntario tenía que ir un día en turno de mañana o en turno de tarde. El problema era que ibas y no te asignaban ninguna tarea, y si lo hacían era tan corta que en menos de media hora estaba terminada. Hay que decir que los voluntarios tenemos más cosas que hacer, y que la mayoría para acudir a la Volvo tenía que saltarse la primera semana de clase en la universidad, puede que no sea muy interesante, y no pasa nada si no asistes, pero las presentaciones de los primeros días, dicen mucho de lo que va a ser el resto del curso y, por supuesto tenemos otras obligaciones, cada uno las suyas, y gente que está lejos de casa y que sacrifica un fin de semana o varios para ir a la Volvo en vez de estar con su familia. Y bueno, una se harta, se harta de ir y pasarse cuatro horas sin hacer nada, cuando hay cosas más importantes en esta vida, y cuando nos habían prometido que nos darían un curso de inglés para poder desenvolvernos en ese contexto con normalidad. Lo del curso todavía lo estoy esperando, y bueno nos iban a dar créditos, de esto último nadie de la organización parecía saber nada, al menos mientras yo estuve presente. Así que analicé mis prioridades y lo dejé, envie un email siendo muy correcta y sin faltar al respeto, dije que por motivos personales no podría acudir, aunque ahora me dan ganas de haber enviado otro en el que me quejaba de la desorganización que existía dentro. Nadie respondió. Y que casual fue, que los días en los que más gente iba a ir y los días en que los barcos iban a zarpar, me llamaron buscandome, y preguntandome porque no iba. Claro, ahora les interesaba y les hacía falta alguien.
Bueno, todo esto lo expongo para hacer una crítica constructiva, sin ganas de hacer daño a nadie. Pero pienso que la Universidad debería informarse mejor antes de hacer un convenio de estas características y hacer un seguimiento, aunque sea pequeño del transcurso de todo esto, para que posibles estudiantes futuros no se pasen cuatro horas sin hacer nada frente a un ordenador y una semana después los busquen porque falta gente.
Por supuesto es solo una opinión, habrá gente que no la comparta, respeto a todos.
